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  • Ana Méndez

DÍA 14: Descubriendo New York


En nuestro penúltimo día de visita la ciudad de Nueva York seguía guardando para nosotr@s sorpresas increíbles.

A las 7,30 comenzaba el desayuno y a las 8,30 el autocar nos llevaba al primer destino: muelle de partida del ferry a la isla de Ellis (que vimos desde el barco ) y al tan ansiado destino final: ¡La Estatua de la Libertad! donde los alumnos tomaron fotos preciosas de la isla y de Manhattan.

De vuelta, llegamos a Battery Park y desde allí iniciamos el recorrido a pie hacia nuestro siguiente destino: el distrito financiero localizado en Wall Street donde se les habló del edificio de la bolsa y se les explicó lo que simbolizaban el toro -situado frente a dicho edificio - y la figura de la "Fearless girl", así como la tradición de tocar las partes blandas del animal en busca de suerte y dinero.... A continuación l@s alumn@s tuvieron tiempo libre para comer.

El recorrido continuó por Broadway y nos llevó a nuestro siguiente destino: el complejo del World Trade Centre que alberga el 9-11th Memorial y otros 6 edificios de los cuales uno está en construcción y otro aún por construir.

En este lugar los sentimientos y las emociones más agridulces afloraron en nuestros corazones; la belleza de las construcciones y del entorno se mezclaban con una atmósfera de dolor, compasión y tristeza que nos conmovieron profundamente a todos y que se acrecentaron con las palabras de Albert, nuestro guía, cuando nos contó cómo vivió aquella dura experiencia.

Recobrando el ánimo, nos dirigimos a China Town donde recorrimos su arteria principal Canal Street y donde l@s chic@s realizaron muchas compras a buen precio. Desde aquí hicimos un recorrido en autocar por el interior de Manhattan hasta volver, un día más, a Times Square donde cenamos en el restaurante "Hard Rock Cafe" y donde l@s alumn@s, ávidos de compras, tuvieron más tiempo para dedicarse de nuevo a ello.

Y el día llegó a su fin, pero aún nos esperaba la sopresa final- de la que los chicos no sabían absolutamente nada- el autobús no nos llevó al hotel... ¡aparecimos de pronto frente a Nueva York! Manhattan se desplegaba ante nosotros imponente, mágica, sobrecogedora y nos dejaba sin respiración. Ante nosotros, la ciudad brillaba majestuosa y sus luces se grababan en nuestras retinas, nos transportaban a otra dimensión... Jamás una imagen tan bonita podría haber puesto un broche final mejor a este viaje que va llegando a su fin.

Mañana tocará decir adiós; cerrar los ojos para intentar retener los recuerdos y volver a España, pero eso será mañana y aún nos quedarán las últimas experiencias por vivir.

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